Las gallettes son exquisitas, bien plenas por lo que la masa no se hace pesada, variadas y con un equilibrio en los sabores destacable.
El personal que te atiende es muy amable y bastante diligente. No deberás esperar demasiado para tomar tu plato.
Tal vez podrían incorporar más platos de acompañamiento (ensaladas más variadas y platos de acompañamiento ligeros, no fritos, para acompañar las galletes).
El local tiene encanto pero es bastante pequeño por lo que si está lleno (que es lo normal) te encuentras demasiado cerca de otras mesas y sus conversaciones...